Mercado navideño

Aquí había mucho que descubrir. Se podían escribir listas de deseos, hacerse selfies con Papá Noel, hacer tarjetas de Navidad o decorar galletas. Los más acogedores podían escuchar a los cantantes de villancicos en la cafetería de los padres con un delicioso pastel o relajarse con cuentos navideños. Por otro lado, había acción en los futbolines. Aquí se podía jugar contra un auténtico futbolista profesional. Para todos aquellos que seguían buscando un buen regalo, había muchas cosas bonitas que descubrir en el bazar. El punto culminante de nuestro mercadillo navideño fue el maravilloso espectáculo inaugural de nuestros niños de la GTA en el gimnasio. Después de esta tarde y noche a más tardar, el ambiente navideño era perfecto.