Viaje de la clase 4A al museo escolar de Ebersdorf

Viajamos de ida y vuelta en autobús y tren. Cuando llegamos a la histórica escuela, nos permitieron sentarnos en los antiguos pupitres y aprendimos muchas cosas interesantes sobre la vida escolar de hace 100 años. Por ejemplo, como el dinero solía escasear en la posguerra, había que ahorrar mucho en material escolar. Había portalápices especiales para los lápices sobrantes, que a menudo se afilaban hasta el último centímetro. Una "caja sin nombre" para los lápices sin nombre que se dejaban en clase habría sido inimaginable entonces. También se concedía gran importancia al cuidado de las mochilas escolares, ya que pasaban de unos hermanos a otros o incluso tenían que sobrevivir a generaciones. Por eso se frotaban regularmente con grasa de cuero. Si no había suficiente dinero para ello, a veces se utilizaba una corteza de tocino para el cuidado del cuero. Pero ¡cuidado! El olor a grasa atraía a perros, gatos e incluso avispas, que a menudo te perseguían de camino a la escuela. También aprendimos muchas cosas interesantes sobre la escritura de la época y pudimos practicar nosotros mismos la escritura Sütterlin con la ayuda de un estilete y una pizarra. Después pudimos admirar un montón de material didáctico antiguo.